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Carrera

 ¿Qué significa realmente la inclusión laboral?

Este blog post está inspirado en la conversación junto a Gabriel Marcolongo en el podcast de Tiene que haber algo más en Casa Spotify

Hablar de inclusión en el trabajo se ha vuelto común, pero ¿cuánto entendemos realmente lo que implica?

En un mercado laboral cada vez más diverso y globalizado, la inclusión no debería ser una tendencia, sino una estrategia de largo plazo. Exploramos qué es la inclusión laboral, por qué importa y cómo aplicarla de manera genuina y efectiva.

Además, veremos ejemplos prácticos y errores comunes que las empresas deben evitar para construir espacios más equitativos.

¿Qué es la inclusión laboral?

La inclusión laboral es la práctica de garantizar que personas con diferentes condiciones, historias, identidades y capacidades tengan las mismas oportunidades para acceder, desarrollarse y prosperar en el entorno de trabajo.

Esto incluye a personas con discapacidad, de distintas etnias, edades, orientaciones sexuales, géneros y contextos socioeconómicos. No se trata solo de contrataciones, sino de un proceso continuo de adaptación cultural, comunicacional y estructural.

Diferencia entre diversidad e inclusión

Mientras que la diversidad es el «qué» (tener personas distintas en un mismo equipo), la inclusión es el «cómo» (garantizar que todas esas personas puedan participar y ser escuchadas). Un entorno puede ser diverso sin ser inclusivo.

La inclusión implica reconocer barreras, adaptarse y fomentar un sentido de pertenencia real, donde cada persona pueda ser auténtica sin miedo a la discriminación o al rechazo.

Escucha la conversación completa con Gabriel Marcolongo

Barreras comunes en el entorno laboral

  1. Sesgos inconscientes: Reclutadores que tienden a contratar a personas similares a ellos en edad, raza o trayectorias educativas.
  2. Falta de accesibilidad física y digital: Espacios sin rampas, software no adaptado, reuniones sin subtítulos.
  3. Políticas laborales desactualizadas: Jornadas fijas sin flexibilidad, evaluaciones no adaptadas.
  4. Lenguaje excluyente o discriminatorio: En correos, presentaciones o entrevistas.
  5. Microagresiones: Comentarios que refuerzan estereotipos o minimizan experiencias distintas.

Beneficios de un entorno laboral inclusivo

  • Innovación: Equipos diversos tienen mayor capacidad de generar ideas disruptivas.
  • Atracción y retención de talento: Las personas quieren trabajar donde se sienten valoradas.
  • Mejor reputación: Las empresas inclusivas son mejor valoradas por clientes y accionistas.
  • Productividad: Los equipos inclusivos reportan mayor colaboración y compromiso.

Cómo construir una cultura inclusiva

  1. Formación continua: Ofrecer capacitaciones sobre sesgos, privilegios y equidad.
  2. Evaluación de procesos: Revisión de descripciones de puestos, entrevistas y evaluaciones para asegurar neutralidad e inclusividad.
  3. Políticas claras de inclusión: Protocolos frente a discriminación, espacios de escucha interna.
  4. Redes de afinidad: Espacios seguros para que personas de comunidades minorizadas compartan sus experiencias y propongan mejoras.
  5. Transparencia en indicadores: Medición y publicación de avances en diversidad e inclusión.

Errores frecuentes al intentar ser inclusivos

  • Tokenismo: Contratar una persona diversa solo para cumplir un requisito o tomarse una foto.
  • No escuchar: Implementar acciones sin consultar a las personas afectadas.
  • Reducir la inclusión a género: Ignorar otras dimensiones como la discapacidad, edad o diversidad cultural.

Ejemplo práctico: Microsoft y su modelo inclusivo
Microsoft implementó equipos de accesibilidad que trabajan junto a sus desarrolladores para que cada nuevo producto sea inclusivo desde el diseño. Además, crearon una red interna de empleados con discapacidad que aporta feedback constante.

Descarga la guía complementaria

Guía para prepararte en un proceso de selección inclusivo

    La inclusión laboral es más que una palabra de moda: es una forma de entender el trabajo desde la empatía, la justicia y la eficiencia. Apostar por la inclusión no es solo correcto, es inteligente.

    Una cultura inclusiva impulsa resultados, mejora la reputación de marca y, sobre todo, hace que las personas se sientan orgullosas del lugar donde trabajan. Si querés innovar, crecer y ser parte del futuro del trabajo, la inclusión es el camino.

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