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Tiene que haber algo mas

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En el año 2016, me di cuenta de que era muy infeliz yendo todos los días a una oficina en un trabajo que, desde fuera, parecía interesante, pero que tenía una cultura tóxica. No podía permitir que mi vida fuese previsible durante los siguientes 40 años hasta jubilarme, así que pensé que tenía que encontrar la forma de salir de este camino corporativo.

Me propuse trabajar de forma remota en un momento en el que casi no había ofertas de este tipo. Faltaban 4 años para que llegara la pandemia de COVID y en ese momento no había confianza en que se pudiera trabajar igual de bien a distancia que presencialmente. Se repetían preguntas del tipo: «¿Cómo sé que vas a estar trabajando?», o «¿Por qué debería contratarte de forma remota si el equipo funciona mejor desde la misma oficina?»

Acá están todos los pasos que seguí para conseguirlo:

1. Conseguir un referente

En primer lugar, definí que el objetivo de trabajar de forma remota era poder viajar. Me di cuenta de que tenía que haber algo más que solo trabajar todos los días en una oficina.

En mi búsqueda para encontrar qué quería hacer, encontré en un blog la historia de una diseñadora que trabajaba a distancia en el otro lado del mundo.

Aunque no nos conocíamos, ella me sirvió de referencia para entender que, aunque sería extremadamente difícil conseguirlo, no sería imposible. Si ella pudo hacerlo, quizás yo también podría conseguirlo a largo plazo en 5 años.

2. Aplicar a trabajos potencialmente remotos

En aquel entonces, era más común que los trabajos remotos fueran para programadores o diseñadores, pero no para los profesionales de producto digital. Según el libro referente de producto, el autor decía que era ideal que los líderes de producto estuvieran en la oficina con el equipo de tecnología, ya que trabajar a distancia no era lo mismo.

En aquel momento, las opciones de trabajo remoto para mi puesto eran muy limitadas tanto en LinkedIn o en los portales de trabajo. Yo aplicaba a lo que encontraba, pero nunca difícilmente conseguía una entrevista.

Durante esos meses, me ofrecieron un trabajo de oficina que se podía llegar a hacer a distancia cuando mi jefe considerara que yo estuviera lista para hacerlo. Resumiendo la historia, perdí un año de falsas promesas que nunca ocurrieron.

Mi aprendizaje es que lo importante tiene que estar escrito en un contrato u oferta laboral para que se cumpla.

3. Contarle a las personas de tu alrededor qué estás buscando

Mientras más tiempo pasaba, más me frustraba porque parecía que era inalcanzable.

Tengo la ventaja de tener un perfil versátil: aunque me gusta trabajar en producto, también puedo cumplir varios roles en trabajos digitales.

Me dio mucha vergüenza hacer esto porque me sentía como una fracasada, pero en 2018 le escribí este correo electrónico a personas que me podrían ayudar.

“Hola amigos, cómo están?

Como algunos saben, me voy de viaje algunos meses y estoy buscando un trabajo/freelance remoto. Como soy de tecnología, pueden ser varias cosas como product management, facebook o instagram ads, emails, e-commerce, growth hacking u otras «changas» digitales. Puede ser inglés o castellano.

Gracias por la ayuda!”

A partir de este mensaje empecé a trabajar en tres proyectos como project manager, en otro haciendo anuncios en redes y en otro haciendo email marketing.

4. Ampliar mi búsqueda a otros roles y bajar mi expectativa

En este proceso entendí que no iba a conseguir el trabajo ideal. La variable que tenía que optimizar era la virtualidad, dejando de maximizar mi desarrollo profesional o mi sueldo. A partir de ahí apliqué a otros roles digitales, aunque estuviese sobre calificada para el puesto.

5. Seguir aplicando y entrevistando

Seguía aplicando a trabajos que encontraba en línea, mandando mi CV y mi carta de presentación optimizado para esa búsqueda. Aunque pasé algunas entrevistas, no recibía ninguna oferta laboral.

Sentía que necesitaba una persona que confiara en mí para darme un trabajo y que si eso ocurría yo lo iba a hacer con responsabilidad sosteniéndolo a largo plazo y consiguiendo buenos resultados.

Un amigo me mandó una búsqueda de email marketing para una empresa a distancia. Después de pasar 4 entrevistas, me hicieron la oferta.

Trabajé en esa empresa durante 2 años donde pasé oficialmente a trabajar en producto hasta llegar a tener a cargo el equipo más senior y con más responsabilidad de la compañía.

Si tuviese que empezar desde cero, esta misma búsqueda en 2023 haría esto

  1. Entender que roles estoy buscando y en qué modalidad porque puede ser por cuenta propia (freelance) o dentro de una empresa. Si nunca trabajaste remoto, pregúntate si los trabajos que hiciste antes, pueden digitalizarse.
  2. Actualizar mis perfiles públicos y relevantes para la industria para demostrar que estoy la candidata ideal para el rol.
  3. Contactar a personas muy conectadas en mi industria para contarles lo que estoy buscando. Puede ser un profesional de recursos humanos, un editor o un amigx entre otros.
  4. Buscar quién es el responsable del área cuando encuentres un trabajo publicado en el sitio de una empresa y le escribiría directo por Linkedin.

No invertiría la mayor parte del tiempo aplicando a trabajos aleatorios porque aplica tanta gente de todo el mundo que las chances de quedar son muy bajas. Por ejemplo, en el último trabajo que me hicieron una oferta, pasé 6 entrevistas y hubo más de 1000 candidatos que aplicaron solamente en Linkedin.

5. Estar preparada para las entrevistas. Practicar en contar ejemplos que probablemente me pidan, ser agradable, poder contar mi historia laboral, entender los sueldos de mercado, el valor que puedo aportar y resultados anteriores.

Lo más difícil de todo este proceso fue manejar la incertidumbre y seguir mi búsqueda a pesar de recibir cientos de NOs. Ánimo! Después contame como te fue con esto.

Abrazo, Magali

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